viernes, 22 de noviembre de 2013

PATAGONIA: La naturaleza te espera en el confín del mundo

Han pasado casi 500 años desde que la Patagonia fue descubierta y los apelativos para describirla siguen siendo similares a las palabras que usaron los primeros exploradores y naturalistas: exótica, lejana, extensa, de belleza infinita, salvaje, indomable.

Imagínate inmerso en un lugar de 240.000 km2 de superficie, es decir, el tamaño de un país como Reino Unido, pero donde la población no supera un habitante por km2 y donde el 50% del territorio es Área Silvestre Protegida. En la Patagonia chilena eres tú y la naturaleza salvaje, donde puedes inspirarte con sus paisajes y realizar actividades como pesca con mosca, trekking, ciclismo, montañismo, rafting, kayak y cabalgatas.

Aquí te sorprenderá la inmensidad de Campos de Hielo, de donde descienden glaciares de gran belleza, la majestuosidad de sus montañas, como Torres del Paine, San Valentín y Cerro Castillo, el colorido y extensión de sus lagos como General Carrera y O'Higgins, lo caudaloso de sus ríos como el Baker, Palena y Futaleufú, la variedad de ecosistemas que van de bosques impenetrables a extensas estepas de coironales y el enorme laberinto de fiordos y canales que te espera para navegar y contemplar delfines y ballenas.

Entre tanta naturaleza, aparecen ciudades y pueblos pioneros como Coyhaique, Punta Arenas y Puerto Natales, donde se respira una historia ganadera y el estilo del gaucho de la Patagonia.



Ven a conocer montañas, fiordos, glaciares, bosques y estepas en uno de los pocos lugares del mundo que aún se encuentra inalterado: la Patagonia chilena.

PATAGONIA DE RÍOS Y LAGOS

El encanto sureño
A sólo 20 km del mar, Valdivia es una de los ciudades más movidas del sur, con su ambiente universitario, vida nocturna, restaurantes y cervecerías artesanales. En 1552 fue fundada por Pedro de Valdivia, quien le puso su nombre a la capital de la actual Región de Los Ríos. Navega por el río Calle Calle, observa a los lobos marinos en plena costanera y descubre la historia de los colonos alemanes en los museos.

A pocos kilómetros, en Niebla, Corral y la isla Mancera, puedes visitar las fortificaciones que levantaron los conquistadores españoles en el siglo 17 para defenderse de los ataques piratas.

Para disfrutar esta verde región no te pierdas el Parque Oncol, a 50 minutos de Valdivia hacia la costa: ideal para acampar, hacer canopy y trekking, hasta llegar a la cima del cerro, desde donde se puede contemplar el mar y la cordillera. Desde Osorno hacia la frontera argentina, el Parque Nacional Puyehue ofrece una de las mejores termas del sur y senderos fascinantes cerca de la frontera con Argentina.

Mientras, la ciudad de Osorno conserva las tradiciones y gastronomía de la colonos alemanes. Hacia la costa está la reserva indígena más famosa de Chile; Mapu Lahual es un remanso de paz para vivir la cultura huilliche, la comunidad que protege esta reserva.
Famosos por su belleza son los lagos Ranco, Puyehue y Rupanco, y los ríos que desaguan o salen de ellos. Ideales en verano si practicas deportes náuticos y para pescar, desde septiembre a abril.

Estos parajes también cuentan con rutas organizadas como el Sendero del Jabalí, por las cercanías de Panguipulli, la de los Siete Lagos, que llega hasta Argentina, y la Ruta de la Salud, que recorre diversos centros termales.

Puerto Montt, en tanto, es el punto de partida para recorrer el sur profundo de Chile. A pocos kilómetros hacia el norte, Puerto VarasFrutillarEnsenadaPuerto Octay rodean el inmenso lago Llanquihue. Esta zona, habitada por los indígenas huilliches, fue descubierta por Pedro de Valdivia en 1552, pero fue realmente colonizada hacia finales del siglo 19 por inmigrantes alemanes. Su influencia aún se siente en la repostería, las cecinas y la cerveza artesanal.

La gastronomía es uno de los platos fuertes de estas latitudes. No sólo por los connotados restaurantes a la orilla del lago Llanquihue, sino también por el Mercado de Angelmó, en la costanera de Puerto Montt. Aquí podrás pobrar todo tipo de mariscos, salmón y otros sabrosos pescados, en exquisitos platos marinos preparados al estilo casero en las cocinerías atendidas por sus propias dueñas.

Una tarde en las termas naturales (hay más de diez en esta zona), un paseo por los monumentales saltos del Petrohué y una vista sobrecogedora a los volcanes Osorno y Puntiagudo hacen de esta región un exquisito rincón de Chile.

Cómo llegar

EN AVIÓN
Todos los días salen aviones de Santiago a Valdivia (1 hora y 25 min), a Osorno (1 hora 35 min) y al Aeropuerto El Tepual de Puerto Montt (2 horas).
El Aeropuerto Pichoy, está a 32 km del centro de Valdivia, y el de Osorno, llamado Cañal Bajo Carlos Hott Siebert, se ubica a 7 km al oriente de la ciudad, por la ruta internacional 125.
Desde estos aeropuertos salen transfers compartidos o taxis para llegar a la ciudad o al resto de las localidades de la región.

EN BUS
Desde Santiago salen buses diarios y de varias compañías rumbo a Valdivia (12 horas), Osorno (13 horas), Puerto Varas y Puerto Montt (13 horas). Buses salen desde:
• Terminal Alameda: Av. Bernardo O'Higgins 3570, metro Universidad de Santiago. Teléfono: (56-2) 7762424
• Terminal Santiago (ex Terminal Sur): Alameda y Nicasio Retamales, a 150 m al oeste del Terminal Alameda. Teléfono: (56-2) 3761750
Lo ideal es viajar de noche para llegar temprano en la mañana. También hay buses desde Concepción, Pucón y Temuco.

EN AUTOMÓVIL
Desde Santiago, por la moderna ruta 5 sur se llega a Valdivia (841 km), Osorno (923 km), Puerto Varas (1.008 km) y Puerto Montt (1.024 km). Todas cuentan con servicio de arriendo de autos.

Mapa:

Osorno: directo a los bosques, las termas, el ski y la pesca

En Osorno, la gente, cálida y acogedora, vive de la ganadería y la agricultura. Para repasar la historia regional, una buena opción es el Museo Histórico Municipal, que abarca exposiciones sobre la cultura mapuche, los orígenes coloniales de la ciudad y la colonización alemana, todo, en un impresionante edificio neocolonial. El recorrido sigue por las calles céntricas con sus casas típicas de madera del siglo XIX, luego el centro de Artesanía de Osorno, la imponente Catedral y termina en el fuerte Reina Luisa a orillas del río Rahue.

A 25 km por la ruta internacional hacia Argentina, está el Auto Museum Moncopulli, el primero de su tipo en Chile, donde se pueden ver colecciones de autos antiguos como un Ford T del año 1920 o un Studebacker del '46.

Otra parada obligatoria es el Parque Nacional Puyehue y sus sofisticadas termas. Aquí se pueden explorar los bosques de coigüe, ulmo, tepa y mañío, observar más de cien aves, recorrer las faldas de los volcanes Puyehue y Casablanca, espectaculares saltos de agua y lagunas de origen glaciar. Y si es invierno, el lugar indicado es Antillanca, para los amantes del ski y snowboard, o para quienes quieran disfrutar de insuperables vistas nevadas. En verano, aquí se puede hacer trekking por espectaculares senderos, rapel y pesca deportiva.

Para pesca y deportes náuticos, cerca de Osorno podrás disfrutar de los lagos Ranco, Rupanco y Puyehue.


Valdivia: la capital de los ríos

En el cruce de tres grandes ríos, se asoma la ciudad austral más antigua del mundo. Valdivia fue fundada por los españoles como un fuerte en 1552, invadida por corsarios holandeses y habitada por colonos alemanes. Esta ciudad, que soportó el terremoto y maremoto de 1960, el mayor registrado en la historia de la humanidad, hoy sigue en pie, para caminarla, saborearla y disfrutarla, sobre todo de noche.

Aquí llueve casi todo el año, aunque cuando sale el sol un imperdible es navegar por el Río Calle Calle, visitar el mercado fluvial que cada mañana ofrece los mejores productos del mar y disfrutar del espectáculo de los lobos marinos en la costanera Prat. Si buscas buena gastronomía, no dejes de probar las cervezas artesanales, el jabalí, los crudos (tártaros) y los chocolates de la zona.

La historia de Valdivia se puede repasar en sus museos; todos están en la zona de la isla Teja. La casa Carlos Anwanter está junto al Calle Calle y hoy alberga el museo histórico Van de Maele, con exposiciones que recuerdan los pueblos originarios de esta zona y el proceso de colonización.

Sobre las ruinas de la ex cervecería Anwandter se levanta el Museo de Arte Contemporáneo, MAC, de arquitectura moderna. Te impresionará por su excelente programación y su ubicación a la orilla del río, con una linda vista al atardecer.

FrutillarLa joya del sur de Chile

Vicente Pérez Rosales, el fundador de Frutillar, la llamó "la joya del sur de la República", y es que esta dulce ciudad lacustre es una de las más bellas de Chile. Rodeada de bosques y praderas, en la ribera del lago Llanquihue y frente a las cumbres de los volcanes Osorno, Puntiagudo y Tronador, Frutillar ofrece una postal difícil de olvidar. Lo mejor es comprobarlo en la mañana, cuando la ciudad se vuelve aún más apacible.

Lo mejor es perderse por Frutillar, por su playa de arena negra y aguas cristalinas, por sus calles limpias, ordenadas, rodeadas de jardines de rosas y dalias y construcciones de madera en perfecto estado de conservación. Perderse sobre todo por la aromática calle Philippi, donde se concentran los restaurantes, emporios y salones de té que ofrecen los famosos strudels y kuchenes (tartas dulces) de frutilla, frambuesa y otros ricos frutos del sur. Aquí está la mejor repostería de Chile, herencia de los colonos alemanes que llegaron aquí en el silo XIX.

El Museo Colonial Alemán y su molino de época es el lugar indicado para repasar los 150 años de historia de Frutillar y revivir la llegada de las familias alemanas que fundaron toda la cuenca del lago Llanquihue.

Pero no todo es historia y comida en esta ciudad. Menos durante el verano, cuando se celebran las Semanas Musicales de Frutillar. Es la excusa perfecta para disfrutar de espectáculos de música clásica y algo de jazz en el recién estrenado Teatro del Lago, que incluye una vista panorámica al entorno.

Puerto Montt: el punto de partida hacia Chiloé y la Patagonia

Puerto Montt, situada en el seno de Reloncaví, es una ciudad portuaria que vive del cultivo del salmón, del comercio y del turismo. Aquí llegan los cruceros internacionales y salen los ferries rumbo a Chiloé y las embarcaciones que recorren los fiordos de Aysén y Magallanes. Es el punto de partida para comenzar a recorrer la Carretera Austral.

Cuando pases por aquí no te pierdas los celestiales mariscos y pescados de la caleta de Angelmó, el alma de esta ajetreada ciudad. En este mercado al aire libre, encontrarás productos marinos frescos y artesanía chilota. Es ideal para conocer las bondades del mar chileno y abastecerte de salmón ahumado, machas y locos sellados al vacío. También tiene restaurantes, algunos con vista a la Isla Tenglo y al volcán Calbuco, donde todo es preparado al instante: la paila marina, el "cancato" (guiso de pescado, chorizo, queso y tomate) y los insuperables erizos.


El recorrido sigue por la catedral construida en madera de alerce, la iglesia Jesuita, la más antigua de la ciudad (1872), la Casa del Arte Diego Rivera y el Museo Juan Pablo II, con exposiciones que resumen la historia de toda la zona. Descubre valiosos edificios de la época de la colonización alemana, como el ex banco de Llanquihue, el colegio Inmaculada Concepción, el ex club de la Unión y algunas residencias familiares.

En verano podrás disfrutar de sus playas, como Pelluco, Pelluhuin, Puntilla Tenglo y Chinquihue. Puerto Montt también posee un atractivo arqueológico. Muy cerca está Monteverde, el vestigio humano más antiguo del continente. Aquí se encontraron objetos muy bien conservados de grupos humanos que habitaron la Patagonia hace 30 mil años.

Puerto Octay:
El encanto de Puerto Octay, reflejo de la colonización alemana

Puerto Octay sorprende con su arquitectura patrimonial y con caminatas a la orilla del lago, en medio de una vegetación exuberante con volcanes y cascadas.

El pintoresco Puerto Octay es uno de los pueblos menos visitados y con más encanto de la cuenca del lago Llanquihue. Emplazado en la ribera norte, antiguamente era un importante puerto lacustre. Hoy, suspendido en el tiempo, es totalmente apacible, silencioso, construido sobre una ladera que domina el lago y con sus casas de estilo alemán, muchas convertidas en hospedajes. Son los vestigios de los inmigrantes alemanes que llegaron a principios del siglo XIX y que fundaron esta localidad.

De esta época data también el famoso almacén de Cristino Ochs, que según cuentan en el pueblo le dio el nombre a esta localidad. "Donde Ochs hay", aludía a las bien dotadas estanterías del negocio, y fue así como en 1859 se cambió el nombre original de Puerto Muñoz Gamero por Puerto Octay.

La parroquia San Agustín, la casa Wulf número 2 y el hotel Hasse son visitas obligadas. También la casa Niklittschek, que alberga el museo El Colono de Octay, donde se cuenta la historia de esta zona. Estas construcciones tan bien conservadas hicieron que Puerto Octay fuese declarado "zona típica" de Chile.

Cae la tarde y es hora de deleitarse con la fábrica de chocolates y la casa del queso en la plaza y disfrutar de las "onces alemanas".


Puerto Varas: el destino turístico "top" del sur

A solo 21 kilómetros de Puerto Montt y en la ribera del lago Llanquihue, Puerto Varas es conocida como "la ciudad de las rosas", por la gran cantidad de este tipo de flores que adornan sus calles. Lo mejor es caminarla, de punta a punta, recorriendo sus casas, de inconfundible arquitectura germana, sus modernos barrios residenciales con bellos jardines y visitando la impresionante y colorida Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, otra razón para enamorarse de esta ciudad, fundada en 1853 por colonos alemanes y suizos que llegaron a poblar el sur de Chile.

Pintoresca y equipada, Puerto Varas ofrece hoteles boutiques, lodges y acogedoras hosterías. Cuenta con casino y una amplia oferta gastronómica, en la que destacan las cervezas artesanales, las carnes y los lomitos (típico sándwich chileno de carne de cerdo). Para comprar, hay que darse una vuelta por sus tiendas de artesanía, tejidos sureños, productos gourmet y aromáticas chocolaterías. De noche, la ciudad despierta en sus bares, pubs y en el casino.

La mejor postal de Puerto Varas está en su costanera. Desde aquí se pueden admirar en plenitud el volcán Osorno y el volcán Calbuco, que se imponen sobre el lago Llanquihue, de azul intenso, siempre cristalino y que por las mañanas es casi un espejo.


Los deportes al aire libre son bienvenidos en esta naturaleza de ensueño, el sitio ideal para practicar kayak, pesca, escaladas, trekking e incluso ski en el centro invernal Antillanca y centro de ski & outdoors Volcán Osorno. Si prefieres las playas, se recomienda la Niklitschek, que cuenta con infraestructura y camping. Un paseo al parque Philippi te conectará con la hermosa vegetación de la zona y podrás llegar hasta su cima, donde está la gran cruz que se ilumina de noche.

Un imperdible es visitar los impresionantes saltos del Petrohué y llegar hasta el lago Todos Los Santos, de aguas color esmeralda y rodeado de escarpados bosques llenos de vegetación.

Algunos tours por realizar:

COCHAMÓ:
Escalada y trekking en Cochamó, en plena naturaleza
A 138 km de Puerto Montt, el valle de Cochamó comenzó a sonar hace poco. Bienvenidos a una naturaleza casi intocada. Sus enmarañados bosques de 20 mil hectáreas, sus montañas de granito, senderos de trekking, junto a los cóndores y pumas que lo habitan, ya son un secreto a voces. ¿Un consejo? Conviene visitarlo ahora que los turistas aún son escasos.

El poblado de Cochamó es sólo una larga calle donde se encuentran sencillos hospedajes que ofrecen desayunos sureños y que aparecen en medio de una vegetación de intenso verde. Su pintoresca iglesia de alerce y estilo chilote data de 1906 y guarda una leyenda: si un jote (ave chilena) se para en la punta de la cruz y extiende sus alas, anuncia la muerte de tres personas del pueblo.

Aquí se pueden contratar cabalgatas guiadas, circuitos en barco y salidas en kayak. El camino de acceso al valle es el mismo que recorrían los bueyes que iban y venían con mercadería entre Chile y Argentina, por el paso León. Cerro arriba hay sitios de camping y uno que otro refugio donde alojar y recobrar energías bebiendo un reparador mate, para luego seguir caminando entre alerces y robles, cruzando un paisaje tan solitario como estremecedor.

Cochamó es la puerta de entrada al norte de la Patagonia y es también el paraíso de la escalada. Sus cumbres de granito tienen paredes con distintas dificultades, desde 20 a 1.000 metros, tan altas como las del famoso parque Yosemite en Estados Unidos.

HUILO HUILO:
Huilo Huilo, bosques y cascadas
Una de las características únicas de la Reserva Huilo Huilo, famosa por sus exuberantes cascadas de más de 50 metros de altura, es su bosque húmedo que alberga una enorme variedad de flora y fauna endémica, únicas en el mundo, repartidas a lo largo de más de 250 km de caminos que bordean lagunas, ríos y playas vírgenes.

Huilo Huilo es un destino que puede satisfacer hasta al más exigente de los viajeros. Aquí puedes descansar y relajarte con solo mirar los paisajes, sacar fotos y leer un buen libro junto a la chimenea de uno de los lodges o hoteles que hay en la zona. También puedes disfrutar de una amplísima variedad de actividades que van desde hacer canopy a 80 metros de altura hasta practicar snowboard en pleno verano.

Y es que Huilo Huilo es una especie de parque de diversiones outdoor que está abierto todo el año. Las lluvias invernales no son impedimento para realizar actividades como el famoso trekking a "la piedra del encanto", que consta de dos horas de subida hasta obtener una increíble panorámica de los volcanes Villarrica, Mocho-Choshuenco, Lanín y el lago Pirihueico. Además, se pueden practicar deportes náuticos, pesca deportiva, hacer cabalgatas o paseos en bicicleta por los alrededores.

PARQUE NACIONAL VICENTE PÉREZ ROSALES:
Un parque nacional de postal
A 50 km de Puerto Varas y fundado en 1926, el Parque Nacional Pérez Rosales fue el primer parque de Chile, aunque mucho tiempo antes era recorrido por los araucanos y los misioneros jesuitas, siguiendo la ruta trasandina hasta cruzar la frontera. Lleva el nombre de Vicente Pérez Rosales, el fundador de las ciudades de la cuenca del Llanquihue durante la colonización alemana.

Sus grandes atractivos son el Lago Todos los Santos y la cumbre nevada del Volcán Osorno. Desde aquí también se puede ver el inconfundible Volcán Puntiagudo (2.493 metros), que se cierne al norte, y el Monte Tronador (3.491 metros), que marca la frontera con Argentina. Desde la cota más alta se distingue con claridad el camino que siguió la lava hasta llegar a los ríos, lagos y caídas de aguas que pueblan este verdadero paraíso natural.
La joya de este parque son los saltos del Petrohué, que forman una torrencial y espumosa cascada a través de un cañón de roca volcánica excavado por la lava. Lo mejor es admirarlo de cerca, contratando uno de los circuitos en jet boat. Un espectáculo excepcional.

Aquí se puede hacer trekking por senderos como el de Los Enamorados, el Velo de la Novia, Rincón de Osorno y Desolación. En invierno se puede hacer trekking en la nieve. También montañismo, escalada, paseos en bicicleta, kayak de río, barranquismo, pesca recreativa y observación de avifauna como pudúes, pumas y quiques, además de recorrer bosques de canelos, olivillos, arrayanes, ulmos, pitras y coigües.

PATAGONIA AYSÉN

Descubre la Patagonia verde e indomable
La Patagonia de Aysén tiene dos características que difieren del resto de la Patagonia: sus bosques impenetrables, tapizados de verde, musgo, líquenes y la abundancia de agua en todos sus formatos, donde lagos, ríos, cascadas, glaciares, fiordos e incluso nubes son los componenetes esenciales de un paisaje que inmediatamente le cautivarán.

Gracias a la gran cantidad de ríos y lagos, la pesca con mosca es una de las actividades principales de este destino. Usted puede poner a prueba su paciencia y habilidad por los ríos Simpson y  Baker, que se cuentan entre los mejores ríos para la pesca.  O cerca de los lagos como el  General Carrera , usted puede elegir de acuerdo a su gusto y presupuesto entre los lodges de pescas existentes.

 Además puede descubrir los 1.240 km de la Carretera Austral, desde  Puerto Montt hasta  Villa O'Higgins ruta de incorporación de la Patagonia, en coche, o si le gusta la aventura puede viajar en bicicleta.  Una oportunidad única para encantarse de los paisajes y  pueblos, una caminata por los parques nacionales, o hacer un viaje en balsa por los ríos ricos en agua, y relajarse en la zona rodeada de Termas, fiordos y bosques.

Déjese inspirar por las aguas turquesas del lago General Carrera, el segundo más grande de América, donde puedes en barco o en kayak explorar los túneles y cuevas que fueron excavados por el agua en la roca de mármol.
O bien, puede navegar si lo prefiere. En barco por los fiordos hasta la laguna San Rafael y sus glaciares,  que fueron declarados Reserva de la Biósfera de la Unesco. El deslizamiento ruidoso de enormes bloques de hielo que nunca olvidarás, como es común en la Patagonia puede brindar con un whisky que se enfría con hielos milenarios del Glaciar San Rafael.

Cómo llegar

EN AVIÓN
Desde Santiago hay vuelos diariosa 55 km al sur-este de Coyhaique, en el denominado aeropuerto Balmaceda (3 horas de vuelo).  También hay vuelos desde y hacia Concepción, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas.

EN AUTOMÓVIL
A lo largo  de la Carretera Austral,  en algunos tramos se requiere navegación de los fiordos através de transbordadores. Otra opción es  la ruta 40 através de Argentina en los puestos fronterizos de Futaleufú, Coyhaique Alto, Paso Huemules (Balmaceda) y Chile Chico.

EN BARCO
Desde Puerto Montt  se puede navegar hasta 81 km de Coyhaique en Puerto Chacabuco, principal puerto de la región de Aysén. El viaje dura 24 horas aproximadamente en barcazas adecuadas para personas y vehículos. Algunas compañías marítimas ofrecen la ruta Puerto Montt, Laguna San Rafael, Puerto Chacabuco.

Mapa:

Carretera AustralLa ruta escénica de la Patagonia

La Carretera Austral se ha consolidado a nivel mundial como una de las mejores rutas escénicas para visitar. Puedes hacerlo en auto o en bicicleta. Es cierto, la mayor parte es de ripio, tiene muchas curvas, el clima es impredecible, pero que nada de esto te detenga, porque la recompensa es grande: sin exagerar, cada kilómetro tiene algún lugar digno de ser fotografiado. En total son mil 200 km desde Puerto Montt hasta Villa O'Higgins, que van serpenteando por bosques, ríos, cascadas, lagos, fiordos, montañas y glaciares.

Aquí podrás hacer rafting en el caudaloso río Futaleufú, elegido entre los tres mejores del mundo para esta disciplina. Fotografiar el impresionante glaciar colgante del Parque Nacional Queulat. Hacer un trekking en Cerro Castillo (2.320 m), que gracias a sus formas antojadizas parece un verdadero castillo de roca y hielo. Navegar en el lago General Carrera, donde el agua ha labrado cavidades y grutas en el mármol. Hacer pesca con mosca en el río Baker, el más caudaloso de Chile. O conducir hasta el final de esta carretera encantándote con los paisajes de Villa O'Higgins.

No importa cuántas veces la visites, porque la Carretera Austral siempre sabe reinventarse y sorprender.

Destacados:
La Carretera Austral permite acceder a los hitos más importantes de la Patagonia Norte, como Parque Pumalín, Puyuhuapi, Parque Nacional Queulat, Coyhaique, Futaleufú y Palena. Una ruta que debes recorrer, ya sea en auto o bicicleta.

Parque Pumalín: Reserva privada con senderos, señalización y diversas opciones de alojamiento. A su sector norte se puede acceder solo navegando por los fiordos en kayak y otras embarcaciones. Existen agencias que organizan tours y excursiones por tierra en su sector sur.

Puyuhuapi: Hermosa caleta en el fiordo Aysén, punto de partida de excursiones al Parque Nacional Queulat y vistas al ventisquero colgante. Alojamiento, termas de lujo, pesca, trekking y cabalgatas.

Parque Nacional Queulat: Lugar favorito para fotógrafos de naturaleza y viajeros, gracias a su accesibilidad y belleza escénica.

Futaleufú: Río famoso mundialmente por sus excelentes condiciones para practicar rafting. Destaca el cañón del Infierno, por sus rápidos clase 5. También, el Valle de los Reyes, ideal para pesca con mosca. Se puede acceder desde Argentina por el paso fronterizo Futaleufú.

Lagos Espolón y Loncolao: espectacular paisaje donde las montañas se reflejan en las aguas, hay cabañas y sitios para camping.

Río Palena: Destaca por su belleza y condiciones para la pesca con mosca y practicar kayaking. Alojamiento y opciones de agroturismo.

Laguna San Rafael: Reserva Mundial de la Biósfera, el imponente glaciar San Rafael atrae a miles de turistas que llegan por mar a contemplar la belleza de sus masas de hielo.

Cerro Castillo: Una de las montañas más características y llamativas por su singular forma y belleza. Cuenta con uno de los mejores senderos de trekking de la zona.

Lago General Carrera: El más grande de Chile, impacta por sus aguas color turquesa y su entorno de naturaleza intocada. Destaca el Santuario de la Naturaleza Capilla de Mármol. Hay lodges de pesca en sus alrededores.

Río Baker: Es el río más caudaloso de Chile y reconocido como uno de los mejores lugares para la pesca con mosca. Hay lodges de pesca en sus alrededores.

Caleta Tortel: en la desembocadura del río más caudaloso de Chile, el Baker, en esta pequeña aldea costera en vez de calles hay solo pasarelas de madera de ciprés de las Guaitecas y destaca su arquitectura en "palafitos", casas de madera construidas en el agua sobre pilotes, característica de la zona de Chiloé.

Villa O'Higgins: Es la puerta de entrada a Campos de Hielo Sur y marca el término de la Carretera Austral.

Campos de HieloCara a cara con los gigantes de hielo

En la Patagonia puedes encontrar la tercera mayor extensión de hielos continentales del mundo tras la Antártica y Groenlandia: Campos de Hielo Norte y Sur. Con una superficie de 21 mil km² de hielos, te impresionarás por su imponente y milenaria presencia.

De Campo de Hielo Norte se desprenden los famosos glaciares San Rafael en el Parque Nacional Laguna San Rafael, glaciar Exploradores y Leones. En Campo de Hielo Sur sobresalen los glaciares Pío XI, en el interior del Parque Nacional Bernardo O'Higgins y el mayor del hemisferio sur fuera de la Antártida, de mil 265 km², el glaciar O'Higgins, ubicado en el lago del mismo nombre, donde termina la Carretera Austral, y los glaciares Tyndall y Grey, que puedes ver en el Parque Nacional Torres del Paine, el último dividido en dos frentes por medio de una isla que permite adentrarse caminando y contemplar el hielo en todo su esplendor.

¿Por qué tienes que conocer cara a cara a estos gigantes? Simplemente porque son asombrosas construcciones naturales: las formas irregulares, los colores que van del transparente, al blanco y el azulado y los sonidos estremecedores cuando se desprende un trozo de hielo.
El trekking por el lugar es un paseo infaltable, que incluso te permitirá caminar sobre su irregular superficie. Navega y observa de cerca los témpanos que flotan olvidados y silenciosos en lagos y mares. Y, finalmente, antes de irte, no dejes de probar un whisky con un trocito de estos hielos milenarios.

Coyhaique: Encántate con el frío más acogedor

Coyhaique, capital de la región de Aysén es una verdadera burbuja dentro de Chile: hábitos, paisajes, construcciones y habitantes, todos parecen sacados de una postal que permanece a la espera de ser descubierta.

Para coyhaiquinos hay un hito que es punto de referencia dentro de su pequeña ciudad, de alrededor de 42 mil habitantes: el cerro Mackay. Enorme y majestuoso, sirve para dar indicaciones, para orientarse o, simplemente, para observar cómo parece venirse encima de la ciudad a la cual protege. En sus enormes paredes rocosas puedes practicar escalada o hacer un trekking hasta su cima con imponentes vistas a Coyhaique, las montañas nevadas y el río Simpson.

Este río es conocido por su fabulosa pesca con mosca, podrás hospedarte en lodges que quedan muy cerca de la ciudad. No olvides acercarte a la costanera donde tendrás una vista privilegiada a este río y el cerro. ¡La postal clásica de este lugar!

Asómbrate con la diferencia de ecosistemas a escasas distancias. Desde Coyhaique hacia la costa, por el camino que lleva a Puerto Aysén y Puerto Chacabuco, basta avanzar unos 20 km para encontrar el bosque siempreverde. O desde Coyhaique hacia el oriente, hacia el sector de Coyhaique Alto, encontrarás extensas estepas donde se pasea el majestuoso cóndor.

Son los mismos habitantes de carácter cálido que lidian con inviernos fríos los que mantienen viva la identidad de la ciudad. Reflejo de esto es la feria artesanal de la Plaza de Armas. En sus puestos encontrarás productos fabricados a mano en materiales como maderas nativas, cuero, piedra y lana. Esta última tiene un lugar privilegiado en la Patagonia gracias a la presencia de enormes estancias ovejeras.

PATAGONIA MAGALLANES:
Vive la magia de llegar al fin del mundo
Aún existen lugares en la Tierra donde puedes observar en 360° y encontrarte solo tú y la naturaleza. En la Patagonia Sur podrás realizar trekking, birdwatching, kayak, montañismo, escalada, caminatas en hielo, ciclismo, cabalgatas, observar ballenas y un sinfín de actividades orientadas a viajeros inquietos como tú.
La alta latitud en que se encuentran estas tierras permite una luz diferente, repleta de contrastes, colores y formas. Ven a sorprenderte con los amaneceres y atardeceres en el Parque Nacional Torres del Paine, donde las montañas se tiñen de rojo y podrás observar de cerca cóndores, zorros, guanacos, ñandúes y pumas. No dejes de hacer trekking en alguno de sus senderos, que son los más apetecidos de la Patagonia. Travesía a pie que debes complementar en el circuito Dientes de Navarino, el trekking más austral del mundo, ubicado en la mítica Tierra del Fuego.
Navega por los fiordos, canales y por el Estrecho de Magallanes, disfrutando la presencia imponente y milenaria de cientos de glaciares. Aquí también podrás ver enormes colonias de pingüinos, y navegar cerca de delfines, orcas y ballenas jorobadas. En el Parque Marino Francisco Coloane se reúnen más de cien de estas ballenas, siendo el único sitio del hemisferio sur donde se alimentan fuera del continente blanco.
Llega hasta el Cabo de Hornos, el punto más austral del continente, o sigue más allá hasta llegar a la Antártica, un tesoro científico y ecológico que no puedes dejar de visitar.

Cómo llegar

EN AVIÓN
A Punta Arenas: el aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo recibe vuelos diarios de Santiago (4 horas y 15 min, según escalas) y de Puerto Montt.
A Puerto Williams: desde Punta Arenas frecuencias diarias (1 hora y 15 min).
A Porvenir (Tierra del Fuego): vuelos diarios desde Punta Arenas (15 min).
A Antártica Chilena: desde Punta Arenas a la base Presidente Frei, en la isla San Jorge (4 horas). Frecuencias sujetas a condiciones del clima.

EN AUTOMÓVIL
A Punta Arenas y otros lugares de la Patagonia Sur se puede acceder por Argentina, a través de cinco pasos fronterizos. Existen empresas de transporte regular terrestre que realizan el tramo Osorno-Punta Arenas, con un tiempo de viaje de 36 horas aproximadamente atravesando el territorio argentino.
A Puerto Natales: por la ruta 9 norte, a 241 km al noroeste de Punta Arenas. Desde esta ciudad hay transporte de buses, alquiler de autos y tranfers (4 horas aproximadamente). También, desde Argentina por los pasos fronterizos.

Mapa:

AntárticaLa magia del continente blanco

La Antártica chilena se ubica a mil 250 km al sur de Punta Arenas (990 km del extremo sur del Chile continental) y abarca una superficie de un millón 250 mil km². El turismo se ha consolidado mediante viajes programados ya sea por navegaciones que incluyen Puerto Williams, Cabo de Hornos y el Mar de Drake, o bien en forma aérea desde Punta Arenas, con la opción de combinar con un crucero para recorrer los principales atractivos antárticos. El vuelo cruzando el mar de Drake toma poco menos de dos horas, aterrizando en la Base Frei en la Isla Rey Jorge (Islas Shetland del Sur).

A un costado de la Base Frei conocerás Villa Las Estrellas, el poblado chileno en la Antártica, donde tu visita no pasará desapercibida. Este reducto chileno tiene como máximo 150 personas viviendo en temporada estival. Aquí los niños van a la escuela, hay un hospital, banco, supermercado, oficina de correos, iglesia, biblioteca pública, teléfono público, estación de radio FM y TV abierta.

Podrás también visitar Bellingshausen, base rusa muy cercana a la chilena, donde podrás saber algo del trabajo científico que se hace en Antártica, en campos tales como la glaciología o estudios más recientes relativos a las auroras polares.

Si ya quieres alejarte de los humanos, maravíllate con este verdadero tesoro ecológico que reúne ballenas, orcas, focas de Wedell, pingüinos (papúa, adelia, antártico, rey y emperador), elefantes marinos, lobo fino antártico y aves como el albatros, petrel y paloma antártica.
Un tesoro científico y ecológico que encanta por igual a científicos, exploradores y viajeros.

Estrecho de Magallanes:

Los relatos de los valientes que habitan y habitaron Magallanes cobran vida en Fuerte Bulnes, reconstrucción histórica del fortín en donde Chile estableció el primer poblado patagónico y tomó posesión del estrecho y tierras aledañas en 1843. Cerca de ahí encontrarás la localidad llamada Puerto Hambre, donde los conquistadores españoles quisieron establecer infructuosamente un asentamiento.

Si quieres compañía, viaja a conocer la rica avifauna de Isla Magdalena (Monumento Natural, ubicado dentro del Estrecho de Magallanes a 31 km de Punta Arenas), donde habita la mayor colonia de pingüinos de Magallanes en Chile y que se dejan ver de octubre a marzo. Navega en el único sitio del hemisferio sur donde se alimentan ballenas jorobadas fuera de la Antártica: el Parque Marino Francisco Coloane.

Ilumínate con el centenario faro San Isidro, uno de los 8 bastiones que impide el naufragio y orienta a los navegantes del estrecho. El lugar cuenta con una cómoda hostería desde la cual puedes iniciar ascensos al cercano Monte Tarn, descrito por el aventurero y científico Charles Darwin. Navega en kayak, también desde San Isidro, por las costas donde hace años trabajaban los balleneros, que hoy se han retirado de estas aguas donde rige la moratoria de caza.

Pon a prueba tus zapatos de trekking por los senderos de la Península de Brunswick hasta el cabo Froward, cuyo extremo marca el último punto del continente americano. En sus alturas se alza la Cruz de los Mares, a la que se accede en una caminata de 42 kilómetros entre playas, bosques, turberas y solitarios paisajes montañosos.

Punta ArenasAventura y tradición a orillas del Estrecho de Magallanes

Comienza tu aventura desde la ciudad puerto de Punta Arenas, base ideal para excursiones al Estrecho de Magallanes y Tierra del Fuego.

Recorre sus calles y parte cumpliendo la tradición: toca o besa el pie del indio aónikenk del monumento a Magallanes, ubicado en la Plaza de Armas Muñoz Gamero. Dicen que si lo haces regresarás a la Patagonia.

Conoce el Museo Regional de Magallanes y tómate un café en el subterráneo que antes era espacio de los sirvientes de este verdadero palacio "art nouveau", revisando la muestra artística y la colección de objetos y muebles de época de la casa que encargó construir el empresario Mauricio Braun en 1903, usando sólo madera del viejo mundo.

Para conocer una belleza de un tinte más melancólico, puedes recorrer los silenciosos caminos del Cementerio Municipal, uno de los más hermosos de Sudamérica. Sus cipreses finamente arreglados, los mausoleos, jardines y las extravagantes tumbas de personajes como José Menéndez, barón del imperio ovejero de los pasados siglos, se mezclan con los recuerdos de esforzados inmigrantes y marineros que hicieron de Magallanes el destino final de sus vidas.

¿Quieres gastar bien tu dinero? Punta Arenas es una Zona Franca donde existe comercio de productos libre de impuestos. Si quieres llevar regalos o necesitas elementos para tu viaje, puedes recorrer el predio de 13 hectáreas que comprende esta Zofri (Zona Franca).


Tierra del fuegoVive la experiencia de llegar al fin del mundo

Lo que Hernando de Magallanes descubrió y bautizó, en honor a las fogatas de los indígenas selk'nam, como Tierra del Fuego, puedes conocerlo navegando.
Mira atento las empinadas laderas, más arriba de las llanuras donde los guanacos y caballos salvajes corren libres, y verás a solitarios cóndores planeando sobre la Cordillera de Darwin.

Conoce la historia de los antiguos habitantes y de los colonos que apostaron por trabajar en este extremo del planeta visitando Porvenir y su Museo Fernando Cordero Rusque, que contiene interesantes muestras de fauna fueguina, arqueología y antropología, y relatos de la historia de la explotación de oro en este rincón de Chile. Destaca su mundialmente reconocida muestra fotográfica de los selk'nam.

¿Quieres un premio por caminar? Lago Fagnano y lago Deseado son buenos descansos para las caminatas que se realizan en estos lindes vírgenes y ofrecen impresionantes piezas para los amantes de la pesca con mosca.

Los tours por estancias y antiguas instalaciones que aún existen en los alrededores te darán una idea de la vida en este extremo del planeta.

Cruceros a Puerto Williams y Cabo de Hornos se internan en los canales y fiordos fueguinos, recorriendo espectaculares parajes, muchas veces navegando entre témpanos de hielo.

Puerto Williams, en la isla Navarino, es el poblado más austral del mundo. Visita el museo Padre Martin Gusinde que retrata la vida de los yámanas, pueblo originario de Tierra del Fuego.

En Cabo de Hornos, un imperdible es realizar el circuito Dientes de Navarino, el trekking más austral del mundo.

Parque Nacional Torres del Paine:

El principal atractivo de este Parque Nacional, Reserva de la Biosfera, son sus famosas montañas, que de seguro has visto retratadas en cientos de postales. Pero también te sorprenderás con sus circuitos de trekking que atraviesan bosques, cerros, saltos de agua y lagos, con vistas privilegiadas del manto blanco de Campo de Hielo Sur.

Disfruta las 17 horas de luz que te acompañan en el verano y no te pierdas el amanecer, cuando los cuernos del macizo Torres del Paine se tiñen desde el morado al rojo. Navega por el lago Grey hasta el frente del glaciar del mismo nombre, admirando esta mole de hielo, o rema en kayak entre enormes témpanos de colores azulados y blancos.

Si bien los mejores paisajes son los que requieren el mayor esfuerzo para llegar, también puedes conocer gran parte de sus principales hitos en auto, ya que en el parque existen 97 km de caminos que recorren paisajes que van desde la estepa hasta los bosques. Opción perfecta para combinar con caminatas cortas y un buen descanso en su variada oferta de alojamientos, que va desde hoteles 5 estrellas y excelentes refugios hasta muy cómodos campings. Incluso puedes optar por el "glamping", acampar al aire libre, pero con las comodidades y detalles de un buen hotel.

La posibilidad de fotografiar de cerca animales es otro de los grandes atractivos de este parque. La fauna, al no sentirse amenazada por el ser humano, no huye ante su presencia, lo que te permitirá hacer tomas a escasos metros de distancia de guanacos, ñandúes, zorros, huemules y, con mucha suerte, pumas.

Puerto NatalesSiente cómo se vive en la Patagonia

Ubicado a las orillas del canal Señoret, Puerto Natales fue centro del esplendor ganadero de principios del siglo 20 y durante años no era más que un lugar de paso para las expediciones al Parque Nacional Torres del Paine. Hoy el panorama es muy diferente y te asombrará encontrarte con viajeros de todo el mundo disfrutando de un sinfín de actividades al aire libre, aventuras y excursiones que se complementan con el encanto de este pequeño centro urbano donde abundan la buena gastronomía y una hotelería de excelente nivel.

Recorre sus coloridas veredas que ofrecen de todo para el turista: ropa y productos para deportes outdoors, paseos en kayak, arriendo de bicicletas y numerosas tiendas de souvenirs. Camina por su ventosa costanera a orillas del canal Señoret, donde podrás ver cisnes de cuello negro y deleitarte con impresionantes atardeceres de cielos rojizos.

A solo 24 km de la ciudad se encuentra la Cueva del Milodón, que impresiona por sus dimensiones y su historia. El interés científico del lugar está dado por el hallazgo, en 1896, de piel, huesos y otros restos de un animal extinto, el milodón, un enorme herbívoro, pariente del perezoso, que se extinguió hace más de 10 mil años.

Navega por el fiordo Última Esperanza, puerta de entrada al Parque Nacional Bernardo O'Higgins, donde podrás conocer los glaciares Balmaceda y Serrano. Una buena idea es subirte a un zodiac y navegar río arriba el Serrano, una forma diferente de acceder al Parque Nacional Torres del Paine.

Si quieres disfrutar de una vista aún más impresionante de Puerto Natales, sube el cerro Dorotea, de 800 m, desde donde puedes observar la ciudad, el fiordo, los cordones montañosos y la estepa patagónica que se extiende hacia Argentina. Si tienes suerte, en la cumbre podrás ver el vuelo majestuoso del cóndor, que anida en las paredes verticales del cerro.




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