miércoles, 20 de noviembre de 2013

Zona de Lagos y Volcanes

Pasados los 400 km al sur de Santiago comienza a sentirse la diferencia. Allí está la ciudad de Chillán, con sus tradiciones e historia, y las faldas de los Nevados de Chillán, con su centro de ski y termas. 

Pero más allá del río Biobío, y por otros 800 km hasta Castro en la isla de Chiloé, el paisaje se torna campestre, la vegetación lo inunda todo y el verde se expresa en mil matices. Aquí la vida corre a otro ritmo, más pausado y junto al crujir de la leña en la chimenea. La lluvia cae y limpia los cielos, que vuelven al azul intenso. Huele a bosque y a tierra húmeda. La gente es cálida y acogedora. Viven de la agricultura, la ganadería y la madera.

Bienvenido al sur de Chile, un territorio de gran belleza escénica, que incluye las regiones del Biobío, de la Araucanía, de Los Ríos y Los Lagos.

Accesibles por modernas carreteras, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Varas y Puerto Montt, son sus principales ciudades. Para ski, en invierno, y vida junto al lago, en verano, no puedes perderte Villarrica y Pucón. También está el archipiélago de Chiloé, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido y donde aún perviven ancestrales tradiciones.

Podrás encontrar desde sofisticados hoteles hasta equipados campings, pasando por ecolodges y hosterías caseras. Además de un cóctel de experiencias para todos los gustos.

Disfruta de un baño en termas naturales, bajo un cielo estrellado y en medio de la naturaleza. Practica deportes náuticos en lagos y ríos, disfruta de un día de pesca, o explora los más de 30 monumentos naturales, reservas y parques nacionales. Sin contar con que en invierno podrás esquiar en cómodos centros invernales.

Si prefieres actividades más apacibles, te espera una magistral gastronomía, podrás conocer a las comunidades de los indígenas que habitan estas tierras y recorrer pintorescos pueblos que levantaron los inmigrantes europeos que llegaron en el siglo 19.


Cómo llegar

EN AVIÓN
Cada día salen vuelos de Santiago al Aeropuerto Carriel de Concepción (1 hora). Servicio de transfer y taxi a Concepción y Talcahuano.

EN BUS
Todos los días salen buses de varias compañías desde Santiago a Chillán (4 horas) y Concepción (6 horas y media). Buses salen desde:
• Terminal Alameda: Av. Bernardo O'Higgins 3570, metro Universidad de Santiago. Teléfono: (56-2) 7762424
• Terminal Santiago (ex Terminal Sur): Alameda y Nicasio Retamales, a 150 m al oeste del Terminal Alameda. Teléfono: (56-2) 3761750
Buses locales conectan con otros poblados de la zona.
También llegan buses desde Puerto Montt, Valdivia, Temuco, Osorno y otras ciudades.

EN AUTOMÓVIL
Desde Santiago, por la ruta 5 sur se llega a Chillán (404 km), luego hay que tomar la ruta 152 rumbo al oeste para llegar a Concepción (500 km desde Santiago).




Concepción - Chillán:

Por siglos, el río Biobío fue la frontera para los mapuches que resistían el avance de los conquistadores españoles. Hoy, marca el comienzo del sur de Chile, donde los valles centrales dan paso a un paisaje cada vez más campestre.

En la zona-centro sur de Chile, Chillán y sus localidades cercanas son cuna de grandes personajes chilenos. El mismísimo Bernardo O'Higgins, padre de la patria, nació en esta ciudad, al igual que el pianista conocido a nivel mundial, Claudio Arrau, que cuenta con un museo propio. Arturo Prat, capitán del busque "Esmeralda", fallecido en el combate naval de Iquique, nació en Ninhue (a 46 km), y Violeta Parra, la autora de "Gracias a la vida" y "Volver a los 17", y su hermano el poeta Nicanor Parra son de San Carlos (a 27 km), donde la casa natal aún está intacta. Otro cantautor chileno, Víctor Jara, es oriundo de San Ignacio (a 30 km).

Chillán guarda una turbulenta historia. Fue fundada en 1580 y asolada, una y otra vez, por numerosos terremotos. El del año 1939, de 8,8 grados, acabó con casi la totalidad de la ciudad, en ese entonces construida en adobe, razón por la cual ya no queda registro de sus casas coloniales. En la catedral de la ciudad, frente a la Plaza de Armas, una cruz de 39 metros de alto es un monumento que recuerda a los miles de chillanejos que murieron en el "terremoto de Chillán".

En la Escuela México, se pueden apreciar los murales que los artistas mexicanos David Alfaro Siqueiros y Xavier Guerrero pintaron como obsequio a la ciudad, tras el mismo terremoto.

Por la costa, se encuentran diversos pueblos y caletas, como Dichato, Tomé, Coliumo y Cocholgüe, donde abundan los restaurantes de comida típica, especialmente pescados y mariscos. Las caletas de toda esta región fueron muy dañadas por el terremoto de febrero 2010, pero muchas de ellas ya están levantadas.

Para disfrutar de uno de los deportes más populares del campo chileno, el rodeo, hay que visitar la medialuna, y para degustar la gastronomía local y comprar productos de la zona, incluso artesanía, el mercado de Chillán, un clásico. Cuenta con pequeños locales de comida típica, donde se pueden probar las longanizas de la ciudad, famosas en todo Chile.

Una vista a Chillán es la antesala a su principal atractivo: sus montañas y sus espectaculares canchas de ski en sus cercanías, en las faldas de los Nevados de Chillán, en invierno podrás disfrutar de 28 pistas de ski, nueve andariveles, hoteles y spas con vista a la nevada cordillera, y termas naturales, un clásico de la zona en las Termas de Chillán. En verano, aquí podrás cabalgar, hacer trekking y escaladas. Deporte y relajo total es la combinación que encontrarás en este lugar.





Concepción, la capital regional situada a 500 km de Santiago, combina barrios universitarios, una animada vida nocturna, edificios históricos y toda la comodidad y sofisticación de una ciudad moderna.

Es la segunda ciudad más poblada de Chile. Fundada por Pedro de Valdivia en 1550, fue sitiada por los mapuches, atacada por piratas y destruida por intensos terremotos, incluido el del 27 de febrero de 2010.

Uno de sus atractivos es el barrio universitario. Aquí, en La Casa del Arte, podrás conocer "La presencia de América", el enorme mural del mexicano Jorge González que celebra la independencia de los pueblos latinoamericanos. También merece una visita la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, con sus grabados de Guayasamín.

El recorrido sigue en el mercado municipal, que ofrece artesanía y cocina con platos típicos, en la catedral de la Santísima Concepción y el teatro de la Universidad de Concepción.

Para descansar, nada mejor que una parada en el Parque Ecuador, el pulmón de Concepción. La Plaza España, Arturo Prat y la avenida Pedro de Valdivia son el corazón de la noche penquista, concentrando gran variedad de restaurantes y pubs.

Después de haber recorrido esta ciudad del Bíobío de punta a punta, es hora de explorar las alternativas naturales y rurales de la región, junto con el histórico pueblo minero de Lota y las caletas que pintan las costas del Pacífico.

Atardecer en la Ciudad de Concepción


Pueblo minero de Lota: 

Antiguamente, la costa al sur de Concepción era conocida como la Costa del Carbón, y hasta 1997, el epicentro de esta actividad minera fue Lota. A 43 km del Gran Concepción y a orillas del Pacífico, es una de las escapadas más interesantes que se pueden hacer desde esta ciudad.

Su mayor atracción es la mina Chiflón del Diablo, un yacimiento submarino donde los antiguos mineros hacen ahora de guías en unos circuitos muy bien organizados que te llevarán por túneles y galerías hasta una veta de carbón a 50 metros bajo el mar. La casa donde vivían los administradores de la mina es el Museo Histórico de Lota, donde se puede repasar el glorioso pasado de esta localidad.

La siguiente parada es el Parque Cousiño, con sus bellos jardines y paseos entre estatuas y piletas, construido por los antiguos propietarios de las minas de Lota. Se puede recorrer con un guía que, vestido a la usanza, cuenta la historia de la familia Cousiño.

En la calle principal está la Iglesia San Matías Apóstol, de 1923, estilo gótico y con una linda fachada de piedra. Aquí descansan los restos de Matías Cousiño, quien financió la iglesia, impulsó la explotación del carbón y creó la ciudad de Lota. Justo al frente está el antiguo teatro, que fue pensado como un espacio cultural para los mineros y sus familias.

Saliendo del casco urbano, camina por las anchas playas de Lota y prueba los ricos pescados y mariscos en pequeños restaurantes con vista a los barquitos de colores.



Reservas Nacionales Ralco y Alto Biobío:

Estas dos reservas nacionales son ideales para los viajeros que quieran conocer la flora y fauna nativa de las zonas cordilleranas, además de volcanes activos y otros atractivos legados por las antiguas comunidades pehuenches que aún habitan aquí.

En la Reserva Nacional Ralco existen múltiples senderos y circuitos de trekking para los amantes de las caminatas. Uno de ellos es el sendero de Quillaicahue al salto de Loncotahue, que toma unas seis horas siguiendo el trayecto del río Ralco hasta un salto de agua, pasando por frondosos bosques. Especialmente bellos son los "ojos de agua", caudalosas vertientes que aparecen de la montaña y dan origen al río Ralco, un excelente lugar para la pesca con mosca.

Otro sendero es el que asciende desde Quillaicahue hasta el volcán Callaqui, que en ocho horas permite disfrutar de milenarios bosques de lengas y araucarias, hogar además de numerosas familias pehuenches.



Más al sur se ubica la Reserva Nacional Alto Biobío, de 40 mil hectáreas en plena Araucanía, donde habitan pudúes, zorros, pumas, guanacos, cóndores, halcones, aguiluchos, culebras y sapitos de cuatro ojos.



Termas de Chilán y Valle Las Trancas:

Desde Chillán montaña 80 km arriba llegarás al Valle Las Trancas y al centro de ski Termas de Chillán.

En la ladera del Volcán Chillán, a 1.650 metros, se emplaza un importante complejo de ski, que incluye hoteles, spa, piscinas termales y canchas que atraviesan bellos bosques. Disfruta de una variedad de pistas, ya seas esquiador novato o experimentado, como Las Tres Marías (13 km), la pista más extensa de Sudamérica, que incluye el telesilla más larga.

Elige entre múltiples opciones como snowpark (tobogán de nieve), circuitos para motos de nieve, heliski y terrenos fuera de pista. Desde la cima, la vista es privilegiada, al Volcán Antuco y al Domuyo, en Argentina. Termina la jornada deportiva sumergiéndote en las tibias aguas termales de las piscinas, cubiertas y al aire libre, o dándote el gusto de un masaje con piedras calientes o fango mineral.



En verano, el destino ideal es el Valle Las Trancas, una pequeña villa andina con hosterías y cabañas. Desde aquí se puede salir a hacer senderismo, mountainbike, escalada y paseos a caballo, entre cascadas, acantilados y bosques de coigües, lengas y robles. En época invernal, en Las Trancas hay alojamiento a minutos de las canchas de ski.






Es uno de los pocos parques ubicados en la Cordillera de la Costa. Creado en 1939, con 6 mil 832 hectáreas y a 162 kilómetros al noroeste de Temuco, Nahuelbuta ("tigre grande" en la lengua de los mapuches) es un verdadero santuario de araucarias, con ejemplares de dos mil años, que a mayor altura crecen casi en solitario. Aquí se pueden encontrar coigües, ñirres, robles, lengas, orquídeas, plantas carnívoras, aves como el carpintero negro y mamíferos como el puma, el zorro de Darwin y el pudú, un pequeño ciervo chileno.

El parque cuenta con 30 caminos y 15 senderos, lo que permite recorrerlo en auto o a pie. El centro de informaciones de Conaf y la zona de camping están en Pehuenco. Aquí comienza la ruta más popular, un paseo de poco más de 4 kilómetros hasta el cerro Piedra del Águila, de 1.379 metros, desde donde se puede admirar la exuberante y virgen naturaleza del parque, el inmenso Océano Pacífico hacia el oeste y una impresionante cadena de volcanes andinos por el este. Cuando cae la tarde, aparece la postal más sublime de Nahuelbuta: un cielo teñido de rojo y rosado, junto a los cientos de araucarias milenarias.





No hay comentarios:

Publicar un comentario